martes, 29 de octubre de 2024

Sexto Mandamiento en el catecismo católico y opiniones del Padre Jurgen Daum sobre sexualidad - Cristofher Cucchi Tavara 5to G

El Sexto Mandamiento: Una Reflexión Cristiana sobre la Sexualidad

En el Catecismo Católico, el sexto mandamiento establece: "No cometerás adulterio" (Ex 20,17; Dt 5,18). Sin embargo, esta prohibición va más allá de la infidelidad conyugal, abarcando la integridad y la santidad de la sexualidad humana.

Según el Catecismo, "la sexualidad es una dimensión fundamental de la persona humana" (CCC 2331). Es un don de Dios que debe ser vivido con respeto, responsabilidad y amor. La sexualidad no es solo una expresión física, sino también espiritual y emocional.

El Padre Jürgen Daum, teólogo y experto en moral católica, afirma que "la sexualidad es un lenguaje del amor" que debe ser expresado de manera auténtica y respetuosa. En su libro "La sexualidad, un don de Dios", Daum sostiene que la sexualidad debe ser vivida en el contexto del amor y la comunión, nunca como un fin en sí mismo.

Daum también destaca la importancia de la castidad, no como una represión de la sexualidad, sino como una forma de vivirla de manera integral y responsable. "La castidad no es una negación de la sexualidad, sino una afirmación de su verdadero significado", afirma.

En este sentido, el sexto mandamiento nos llama a reflexionar sobre nuestra relación con la sexualidad y cómo la vivimos en nuestra vida diaria. Nos invita a considerar la dignidad y el respeto que debemos tener hacia nosotros mismos y hacia los demás en nuestras relaciones.

Conclusión

El sexto mandamiento nos recuerda que la sexualidad es un don sagrado que debe ser vivido con responsabilidad y amor. La reflexión del Padre Jürgen Daum nos ayuda a entender que la sexualidad no es solo una expresión física, sino también espiritual y emocional. Al vivir la castidad y la integridad en nuestras relaciones, podemos experimentar la verdadera belleza y significado de la sexualidad humana.

Referencias

- Catecismo de la Iglesia Católica, párrafos 2331-2359.
- Daum, J. (2003). La sexualidad, un don de Dios. Ediciones Cristiandad.
- Biblia, Éxodo 20,17 y Deuteronomio 5,18.

Sexto mandamiento del catecismo católico:



Opinion del padre jurgen Daum sobre la sexualidad:




MONOLOGO:

La Libertad Sexual, ¿Verdadera Libertad o Esclavitud?

Hola a todos, soy Cristofher Cucchi Tavara y hoy quiero hablarles sobre el sexto mandamiento del catecismo católico: "No cometerás adulterio". Pero antes, quiero compartirles una historia que me impactó profundamente.

Conocí a una chica que parecía tenerlo todo. Era hermosa, inteligente y tenía una gran libertad sexual. Pensaba que era libre de hacer lo que quería con su cuerpo, sin consecuencias. Pero la realidad es que su "libertad" la llevó por un camino de destrucción.

Empezó a tener relaciones con muchos hombres, sin compromiso ni respeto. Y un día, quedó embarazada. Su familia, que antes la había apoyado, la abandonó. Se quedó sola en la calle, sin nadie que la ayudara. Y finalmente, ella y su bebé murieron en la soledad y la desesperación.


¿Por qué les cuento esta historia? 

Porque quiero que entiendan que la libertad sexual no es sinónimo de felicidad. Al contrario, puede llevarnos a la esclavitud del placer y la destrucción.


El Padre Jurgen Daum, un experto en teología moral, dice que "la sexualidad es un don de Dios, pero debe ser vivida dentro del contexto del amor y el respeto". No es solo un acto físico, sino una expresión de amor y compromiso.

El adulterio, en este sentido, es una violación de ese compromiso. Es una traición a la confianza y el amor que se ha prometido. Y no solo afecta a las personas involucradas, sino también a sus familias y comunidades.


Entonces, ¿por qué el adulterio es malo para la juventud? 

Porque les roba la oportunidad de experimentar el amor verdadero y el respeto mutuo. Les hace creer que el placer es lo único que importa, y no la dignidad y el valor de la persona.


En conclusión, la verdadera libertad no es hacer lo que queramos, sino elegir lo que es bueno y justo. La sexualidad es un don precioso, pero debe ser vivida con responsabilidad y respeto. No dejemos que la cultura nos engañe con la idea de que la libertad sexual es sinónimo de felicidad. Busquemos la verdadera felicidad en el amor y el respeto.


Reflexión final:


¿Qué podemos hacer para protegernos del adulterio y vivir una sexualidad saludable?

- Valorar la dignidad y el respeto mutuo.

- Buscar el amor verdadero y no solo el placer.

- Ser responsables y respetuosos con nuestros cuerpos y los de los demás.

- Recordar que la verdadera libertad es elegir lo que es bueno y justo.


Gracias por escucharme. Espero que esta historia y estas reflexiones les hayan hecho pensar en la importancia de vivir una sexualidad saludable y respetuosa.



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