miércoles, 30 de octubre de 2024

DESAFIOS DE LA IGLESIA






Totulo: Relativismo 

Inicio:

Hola soy yenifer tipismana lima soy una estudiante del Javier heraud, Imagina que vas a una reunión con amigos y alguien te pregunta cuál es la mejor película de todos los tiempos. Cada amig@ da una respuesta diferente: uno dice que es una película de terror sangrienta, otro menciona un clásico romántico, y alguien más elige una de acción. Pero, ¿quién tiene la razón? La respuesta es más complicada de lo que parece, y aquí entra en juego sale la palabra relativismo.

Nudo:

Déjame contarte algo que me pasó. Una vez estaba discutiendo con un amiga sobre cuál era el mejor clima: él decía que amaba los días soleados, mientras que yo prefería los días lluviosos. A ella le encantaba la energía del sol y la posibilidad de hacer deportes al aire libre, mientras que yo encontraba en la lluvia un ambiente perfecto y hermoso para leer o ver una película. Ninguno de las dos estaba equivocada pero tampoco teníamos la "verdad absoluta" sobre cuál era el mejor clima. Simplemente teníamos perspectivas diferentes entre nosotras.

Eso es el relativismo: la idea de que lo que es verdad o correcto puede depender de la perspectiva de cada persona. Existen diferentes tipos de relativismo. Por ejemplo, en el relativismo cultural, las costumbres y creencias son distintas según la sociedad. Para algunas culturas, quitarse los zapatos antes de entrar a una casa es una señal de respeto, mientras que en otras no lo es. En el relativismo moral, lo que una persona considera bueno o malo puede variar; por ejemplo, ciertas acciones pueden ser vistas de maneras diferentes según el contexto y las creencias de cada persona y eso se respeta .

Descenlace:

Entonces, ¿qué podemos aprender del relativismo? Nos recuerda que no todos vemos el mundo de la misma forma, y que esto es algo valioso. En lugar de imponer nuestras ideas, podemos escuchar y entender por qué los demás piensan diferente. Este es un gran ejercicio para nosotros, como jóvenes de secundaria, porque nos ayuda a desarrollar una mente abierta y respetuosa hacia otras personas, culturas y formas de ver la vida. Aprendemos a vivir con diversidad de opiniones, sabiendo que, en muchos casos, no existe una verdad absoluta, sino una amplia gama de 


Mi artículo 
Relativismo:Sostiene que la verdad es subjetiva y depende de las experiencias y valores individuales o culturales. Esto puede llevar a la idea de que no existen normas universales, sino que cada persona decide sus propias reglas.





Persimividad:Implica una apertura hacia la diversidad de conductas, sin juzgar o restringir los comportamientos individuales, especialmente en temas sociales y morales.




 Henodismo : Busca la satisfacción inmediata y el placer como fin último. Esto puede llevar a priorizar deseos personales sobre compromisos personales. 




Sexualidad "rebajada":La sexualidad, en esta perspectiva, puede pasar de ser una experiencia vinculada a la intimidad y valores profundos a una satisfacción de deseos físicos, a menudo desprovista de lazos emocionales o compromisos.










martes, 29 de octubre de 2024

"1er Mandamiento en el catecismo católico y el Ateísmo"

 "Amar a Dios sobre todas las cosas"


Presentación:

Hola , soy Jade Mayte Lizarraga Padilla del 5toG , y hoy hablaré sobre el Primer mandamiento de la Iglesia católica y el Ateísmo , y mi anécdota personal sobre este tema tan importante.

Inicio:

El primer mandamiento del catecismo dice: Amarás a Dios sobre todas las cosas. Se escucha fácil, pero ¿qué significa realmente? Significa poner a Dios primero, antes de cualquier otra cosa. Yo me pregunto, ¿eso qué implica para mí? Y más aún, ¿por qué muchos amigos míos, incluso de mi edad, dicen que no creen en Dios, que no ven pruebas de su existencia?

Desarrollo:

Pienso que este mandamiento busca que nos enfoquemos en algo más grande que nosotros mismos, algo que nos haga mejores. Si Dios es bondad y amor, ponerlo en primer lugar es hacer todo con esos valores en mente. Pero el mundo a veces me confunde. Vivimos en una época donde la ciencia avanza cada vez más rápido, y algunos dicen que, al no tener evidencia de Dios, la fe es inútil. Eso me hace preguntarme: ¿cómo puedo amar a alguien que no veo? ¿Es posible tener una fe sólida sin ver?

Conclusión:

Al final, creo que amar a Dios sobre todas las cosas es también amar la vida y a los demás con respeto. No se trata de forzarse a creer, sino de buscar lo que nos hace buenos, lo que nos hace cuidar de los demás. A los jóvenes nos rodean muchas distracciones y tentaciones: redes sociales, cosas que parecen inofensivas pero que pueden alejarnos de la empatía, de la solidaridad, y hacer que pongamos el ego primero. Creo que ese es el peligro: olvidarnos de los valores y de algo más grande que nosotros mismos, lo que puede hacernos personas frías y desconfiadas. Por eso, aunque dudemos a veces, vale la pena pensar en la fe como un camino para no perdernos en todo lo que daña nuestra vida, nuestras amistades y nuestra esencia.

Anécdota Personal:

Cuando tenía 12 años , mi abuela enfermó gravemente. Ella era mi refugio , la persona que siempre me hacía sentir segura y verla sufrir fue muy duro para mí. Mi mamá me dijo: "Vamos a orar", y cada noche me arrodillaba, llorando, pidiéndole a Dios que la salvará. Pero mi abuela murió.
Recuerdo Sentirme confundida, enojada y traicionada. Me pregunté: ¿Para qué orar si igual no pasó lo que quería?.
En ese momento pensé que tal vez Dios no existía. Comencé a escuchar sobre científicos que decían que no había pruebas de que Dios fuera real. Decían que todo tenía una lógica, que no necesitábamos a Dios para entender el universo.
Y por un tiempo esas ideas me confundieron.
Pero después me di cuenta de algo: Por más que la ciencia pueda explicar como funciona el mundo , no puede responder a todo. No puede explicar el amor , el propósito o la fé que nos da fuerzas cuando estamos rotos.
También entendi algo muy importante: No podemos buscar a Dios solo cuando necesitemos algo. Dios no es un cajero automático de milagros. Él no está solo para cumplir deseos , sino para acompañarnos siempre en lo bueno y en lo malo.
El primer mandamiento nos dice: "Amarás a Dios sobre todas las cosas". No dice: "Amarás a Dios solo cuando te dé lo que pides". Nos llama a confiar en él aunque no entendamos sus planes.
Mi abuela no volvió, pero su partida me enseñó que Dios nunca me abandonó. Él estaba ahí , dándome fuerzas para superar el dolor aunque yo no lo viera.
Por eso , no esperemos a estar tristes , en problemas o con miedo para buscar a Dios . Él debe ser el centro de nuestras vidas todos los días. 
Amar a Dios sobre todas las cosas significa ponerlo primero, no como última opción. Porque cuando lo amamos siempre , incluso en las tormentas, encontramos paz y esperanza.

Realmente me gustó hablar de este tema , porque me ayuda a reflexionar sobre lo importante que es la fé hacia Jesús.

Espero que les haya gustado.




“Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino”

 “Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino”



¿Saben qué? Hoy en día elegir una religión es como ir a un restaurante. Literal, tenemos “espiritualidad a la carta”. ¿Qué quieres ser? ¿Budista? Bienvenido. ¿Un poco de meditación Zen con café orgánico? Perfecto. ¿Te va más el rollo de la astrología? ¡Boom! Ahí tienes tu carta astral en TikTok. Y claro, siempre está la opción clásica: la Iglesia Católica. Aunque, a veces, parece que ha perdido puntos en la encuesta de popularidad.


Antes, si nacías en una familia católica, listo, ya eras parte del equipo, sin preguntas. Pero ahora, con tanta información al alcance de un clic, muchos jóvenes se preguntan: *¿Y si hay algo más que la misa del domingo?* Y es normal, ¿no? Con tanto contenido en las redes sociales, terminas encontrando ideas que te hacen cuestionar todo. Porque, oye, un minuto ves memes sobre los signos zodiacales, y al siguiente, un influencer explicando sobre el Karma y las energías. Todo mientras comes pizza.


El problema es que vivimos en una época donde todo es rápido. Swipe a la derecha, swipe a la izquierda, "me gusta", "me enoja". Pero cuando hablamos de espiritualidad, los valores, esas cosas profundas, no vienen con un botón de *Fast Forward*. Requieren tiempo y, sobre todo, coherencia, y ahí es donde los medios de comunicación nos ponen las cosas difíciles.


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Miren, les cuento algo que le pasó a un amigo. Bueno, amigo... más o menos. Pongamos que se llama... Mateo. Mateo siempre fue de los que iba a la iglesia con su familia los domingos. Todo normal. Pero un día empezó a meterse en Instagram y YouTube con canales sobre el *New Age*. Cosas del tipo "Cómo abrir tu tercer ojo en 5 pasos". Todo chévere hasta que un domingo le dice a su mamá: 


– "Oye, ma, ¿y si mejor hoy en vez de ir a misa, hago una meditación para alinear mis chakras?" 


Imagínense la cara de su mamá. O sea, no sabía si reírse o rezar un rosario ahí mismo. Mateo pensaba que estaba "expandiendo su mente", pero al final se dio cuenta de que estaba más confundido que antes. Todo porque le había llegado de golpe tanta información por las redes que ya no sabía qué creer ni por qué lo hacía. ¿Se pueden imaginar? Un día budista, al siguiente cristales en su mochila, y al final no sabía ni cómo sentirse espiritual en su propia vida.


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¿Les ha pasado algo así? Uno empieza buscando respuestas y termina más perdido. Y lo más peligroso de los medios de comunicación es que todo lo que consumimos afecta nuestra integridad espiritual y nuestros valores. ¿Por qué? Porque Instagram, TikTok, Netflix, no se preocupan por tu bienestar espiritual. Ellos solo quieren que sigas viendo, dando like y compartiendo. A veces nos convencen de que lo más importante es ser "popular", "perfecto" o “viral”. Pero nadie te dice cómo ser *auténtico*. ¿Y cómo lo logras? Ahí está la cosa: con los valores que tú elijas, no los que te vende la pantalla.


Y ojo, no estoy diciendo que las redes sean malas. ¡Para nada! Si las usas bien, puedes encontrar cosas geniales. Pero también es fácil perderse en ellas, dejar de ser tú mismo. Por eso, a veces hace falta desconectar un rato, preguntarse quién eres realmente sin filtros, sin historias, sin likes. Y ahí es donde cualquier espiritualidad –sea la que sea– tiene que ver con integridad. No importa si eres católico, budista o haces yoga con gatos. Lo importante es que lo que creas te haga ser mejor, más coherente, más *tú*.


Así que, ¿saben qué? La espiritualidad no es un *trending topic*. No es una moda ni un algoritmo. Es una cosa personal, un camino que se recorre sin prisa. Porque en un mundo donde todos quieren que seas algo, lo más revolucionario es ser tú mismo. 


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Y ahora, si me disculpan, voy a rezar porque mi mamá no se entere que no fui a la misa hoy... ¡Amén y que Dios los bendiga! 



 

Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino: La Fe en la Era de las Elecciones


En la actualidad, la espiritualidad está experimentando una transformación profunda, influenciada por la cultura de la personalización y las tecnologías digitales. Este fenómeno, conocido como "espiritualidad a la carta", describe cómo las personas construyen sus propios sistemas de creencias seleccionando elementos de diferentes tradiciones religiosas, filosóficas y prácticas espirituales. Así como un cliente elige platos de un menú, los buscadores de sentido diseñan una fe personal que se alinea con sus valores, necesidades emocionales y estilo de vida.

El acceso a información infinita a través de internet y redes sociales ha democratizado las tradiciones espirituales, permitiendo que cualquiera explore desde el yoga y la meditación budista hasta rituales ancestrales y lecturas esotéricas. Sin embargo, este enfoque plantea preguntas importantes: ¿pierde algo esencial la espiritualidad cuando se convierte en un acto de consumo? ¿Es posible encontrar profundidad en un camino diseñado por conveniencia?

Aquí entra el concepto del "algoritmo divino", una metáfora para describir cómo las plataformas digitales, a través de algoritmos, moldean nuestras búsquedas espirituales. YouTube sugiere meditaciones guiadas, TikTok ofrece microvideos de tarot, y aplicaciones como Calm o Insight Timer proporcionan experiencias personalizadas. Aunque estas herramientas pueden ser útiles, también plantean un desafío: ¿hasta qué punto nuestras experiencias espirituales están moldeadas por un algoritmo que prioriza el contenido viral sobre la autenticidad?

Este cruce entre espiritualidad y tecnología invita a una reflexión profunda. Por un lado, nunca ha sido tan fácil explorar el sentido de la vida; por otro, la conexión con lo sagrado puede verse superficializada por el exceso de opciones y la rapidez de consumo digital.

La espiritualidad a la carta y el algoritmo divino, aunque fascinantes, nos invitan a recordar que el sentido de la espiritualidad trasciende tendencias y herramientas tecnológicas. En última instancia, se trata de una conexión personal y auténtica con lo trascendente, que requiere tiempo, introspección y compromiso más allá del menú de opciones.





DESAFIOS DE LA IGLESIA

ALUMNO :FRANK ALMONACID GARCIA DEL 5G

CONSUMISMOS 

Educación y Conciencia: Enseñar sobre los riesgos del consumismo y fomentar una visión de la economía y de la sociedad que esté alineada con los valores cristianos de justicia y solidaridad.

. Estilo de vida Sencillo: Inspirar a los creyentes a vivir de forma más simple y sostenible, reduciendo el consumo excesivo y enfocándose en lo esencial

MATERIALISMO

Fomentar la Espiritualidad y la Interioridad: Invitar a los creyentes a fortalecer su vida espiritual, buscando en la oración y los sacramentos una fuente de sentido y plenitud que trasciende los bienes materiales.

CULTURA DEL DESCARTE 

1. Defensa de la Dignidad Humana

2. Fomento del Cuidado de la Creación

3. Compromiso con los Marginados

4. Promoción de la Solidaridad y el Amor Fraterno

5. Educación en Valores Sostenibles








Título  cultura del descarte



   Una licenciatura vieja 

Inicio:

Hace algunos años, compré una licuadora que usaba casi a diario. Era simple pero funcional, y con el tiempo desarrollamos una especie de “complicidad culinaria”. Un día, mientras hacía un batido, el motor empezó a hacer ruidos raros y finalmente dejó de funcionar. La licuadora quedó inutilizable, y mi primera reacción fue pensar: “Bueno, es hora de comprar una nueva”.

Nudo:

Antes de desecharla, decidí llevarla a reparar, más por curiosidad que por esperanza. Llegué a un pequeño taller, y el técnico, un hombre mayor, me dijo: “Esto es fácil, es el motor que se atascó con el tiempo. Puedo cambiar la pieza y quedará como nueva”. Me sorprendió lo rápido que identificó el problema. Sin embargo, me comentó algo que me hizo reflexionar: “Hoy la gente prefiere tirar las cosas. Antes intentábamos arreglarlo todo”. En pocos días, mi licuadora volvió a casa funcionando perfectamente.

Final:

A partir de ese momento, cambié mi mentalidad. Dejé de descartar cosas sin intentar repararlas primero. La licuadora, ahora con sus años de vida extendidos, se convirtió en un recordatorio tangible de que no todo lo viejo pierde su valor. Esa experiencia me llevó a valorar más las cosas, a cuidar mejor lo que tengo y, sobre todo, a ser más consciente del impacto de la cultura del descarte.



Sexto Mandamiento en el catecismo católico y opiniones del Padre Jurgen Daum sobre sexualidad - Cristofher Cucchi Tavara 5to G

El Sexto Mandamiento: Una Reflexión Cristiana sobre la Sexualidad

En el Catecismo Católico, el sexto mandamiento establece: "No cometerás adulterio" (Ex 20,17; Dt 5,18). Sin embargo, esta prohibición va más allá de la infidelidad conyugal, abarcando la integridad y la santidad de la sexualidad humana.

Según el Catecismo, "la sexualidad es una dimensión fundamental de la persona humana" (CCC 2331). Es un don de Dios que debe ser vivido con respeto, responsabilidad y amor. La sexualidad no es solo una expresión física, sino también espiritual y emocional.

El Padre Jürgen Daum, teólogo y experto en moral católica, afirma que "la sexualidad es un lenguaje del amor" que debe ser expresado de manera auténtica y respetuosa. En su libro "La sexualidad, un don de Dios", Daum sostiene que la sexualidad debe ser vivida en el contexto del amor y la comunión, nunca como un fin en sí mismo.

Daum también destaca la importancia de la castidad, no como una represión de la sexualidad, sino como una forma de vivirla de manera integral y responsable. "La castidad no es una negación de la sexualidad, sino una afirmación de su verdadero significado", afirma.

En este sentido, el sexto mandamiento nos llama a reflexionar sobre nuestra relación con la sexualidad y cómo la vivimos en nuestra vida diaria. Nos invita a considerar la dignidad y el respeto que debemos tener hacia nosotros mismos y hacia los demás en nuestras relaciones.

Conclusión

El sexto mandamiento nos recuerda que la sexualidad es un don sagrado que debe ser vivido con responsabilidad y amor. La reflexión del Padre Jürgen Daum nos ayuda a entender que la sexualidad no es solo una expresión física, sino también espiritual y emocional. Al vivir la castidad y la integridad en nuestras relaciones, podemos experimentar la verdadera belleza y significado de la sexualidad humana.

Referencias

- Catecismo de la Iglesia Católica, párrafos 2331-2359.
- Daum, J. (2003). La sexualidad, un don de Dios. Ediciones Cristiandad.
- Biblia, Éxodo 20,17 y Deuteronomio 5,18.

Sexto mandamiento del catecismo católico:



Opinion del padre jurgen Daum sobre la sexualidad:




MONOLOGO:

La Libertad Sexual, ¿Verdadera Libertad o Esclavitud?

Hola a todos, soy Cristofher Cucchi Tavara y hoy quiero hablarles sobre el sexto mandamiento del catecismo católico: "No cometerás adulterio". Pero antes, quiero compartirles una historia que me impactó profundamente.

Conocí a una chica que parecía tenerlo todo. Era hermosa, inteligente y tenía una gran libertad sexual. Pensaba que era libre de hacer lo que quería con su cuerpo, sin consecuencias. Pero la realidad es que su "libertad" la llevó por un camino de destrucción.

Empezó a tener relaciones con muchos hombres, sin compromiso ni respeto. Y un día, quedó embarazada. Su familia, que antes la había apoyado, la abandonó. Se quedó sola en la calle, sin nadie que la ayudara. Y finalmente, ella y su bebé murieron en la soledad y la desesperación.


¿Por qué les cuento esta historia? 

Porque quiero que entiendan que la libertad sexual no es sinónimo de felicidad. Al contrario, puede llevarnos a la esclavitud del placer y la destrucción.


El Padre Jurgen Daum, un experto en teología moral, dice que "la sexualidad es un don de Dios, pero debe ser vivida dentro del contexto del amor y el respeto". No es solo un acto físico, sino una expresión de amor y compromiso.

El adulterio, en este sentido, es una violación de ese compromiso. Es una traición a la confianza y el amor que se ha prometido. Y no solo afecta a las personas involucradas, sino también a sus familias y comunidades.


Entonces, ¿por qué el adulterio es malo para la juventud? 

Porque les roba la oportunidad de experimentar el amor verdadero y el respeto mutuo. Les hace creer que el placer es lo único que importa, y no la dignidad y el valor de la persona.


En conclusión, la verdadera libertad no es hacer lo que queramos, sino elegir lo que es bueno y justo. La sexualidad es un don precioso, pero debe ser vivida con responsabilidad y respeto. No dejemos que la cultura nos engañe con la idea de que la libertad sexual es sinónimo de felicidad. Busquemos la verdadera felicidad en el amor y el respeto.


Reflexión final:


¿Qué podemos hacer para protegernos del adulterio y vivir una sexualidad saludable?

- Valorar la dignidad y el respeto mutuo.

- Buscar el amor verdadero y no solo el placer.

- Ser responsables y respetuosos con nuestros cuerpos y los de los demás.

- Recordar que la verdadera libertad es elegir lo que es bueno y justo.


Gracias por escucharme. Espero que esta historia y estas reflexiones les hayan hecho pensar en la importancia de vivir una sexualidad saludable y respetuosa.