5to "G" Jovenes de 5to en busca de Fe
Alabado seas Señor +
miércoles, 30 de octubre de 2024
DESAFIOS DE LA IGLESIA
martes, 29 de octubre de 2024
"1er Mandamiento en el catecismo católico y el Ateísmo"
"Amar a Dios sobre todas las cosas"
Presentación:
Hola , soy Jade Mayte Lizarraga Padilla del 5toG , y hoy hablaré sobre el Primer mandamiento de la Iglesia católica y el Ateísmo , y mi anécdota personal sobre este tema tan importante.
Inicio:
El primer mandamiento del catecismo dice: Amarás a Dios sobre todas las cosas. Se escucha fácil, pero ¿qué significa realmente? Significa poner a Dios primero, antes de cualquier otra cosa. Yo me pregunto, ¿eso qué implica para mí? Y más aún, ¿por qué muchos amigos míos, incluso de mi edad, dicen que no creen en Dios, que no ven pruebas de su existencia?
Desarrollo:
Pienso que este mandamiento busca que nos enfoquemos en algo más grande que nosotros mismos, algo que nos haga mejores. Si Dios es bondad y amor, ponerlo en primer lugar es hacer todo con esos valores en mente. Pero el mundo a veces me confunde. Vivimos en una época donde la ciencia avanza cada vez más rápido, y algunos dicen que, al no tener evidencia de Dios, la fe es inútil. Eso me hace preguntarme: ¿cómo puedo amar a alguien que no veo? ¿Es posible tener una fe sólida sin ver?
Conclusión:
Al final, creo que amar a Dios sobre todas las cosas es también amar la vida y a los demás con respeto. No se trata de forzarse a creer, sino de buscar lo que nos hace buenos, lo que nos hace cuidar de los demás. A los jóvenes nos rodean muchas distracciones y tentaciones: redes sociales, cosas que parecen inofensivas pero que pueden alejarnos de la empatía, de la solidaridad, y hacer que pongamos el ego primero. Creo que ese es el peligro: olvidarnos de los valores y de algo más grande que nosotros mismos, lo que puede hacernos personas frías y desconfiadas. Por eso, aunque dudemos a veces, vale la pena pensar en la fe como un camino para no perdernos en todo lo que daña nuestra vida, nuestras amistades y nuestra esencia.
Anécdota Personal:
Cuando tenía 12 años , mi abuela enfermó gravemente. Ella era mi refugio , la persona que siempre me hacía sentir segura y verla sufrir fue muy duro para mí. Mi mamá me dijo: "Vamos a orar", y cada noche me arrodillaba, llorando, pidiéndole a Dios que la salvará. Pero mi abuela murió.
Recuerdo Sentirme confundida, enojada y traicionada. Me pregunté: ¿Para qué orar si igual no pasó lo que quería?.
En ese momento pensé que tal vez Dios no existía. Comencé a escuchar sobre científicos que decían que no había pruebas de que Dios fuera real. Decían que todo tenía una lógica, que no necesitábamos a Dios para entender el universo.
Y por un tiempo esas ideas me confundieron.
Pero después me di cuenta de algo: Por más que la ciencia pueda explicar como funciona el mundo , no puede responder a todo. No puede explicar el amor , el propósito o la fé que nos da fuerzas cuando estamos rotos.
También entendi algo muy importante: No podemos buscar a Dios solo cuando necesitemos algo. Dios no es un cajero automático de milagros. Él no está solo para cumplir deseos , sino para acompañarnos siempre en lo bueno y en lo malo.
El primer mandamiento nos dice: "Amarás a Dios sobre todas las cosas". No dice: "Amarás a Dios solo cuando te dé lo que pides". Nos llama a confiar en él aunque no entendamos sus planes.
Mi abuela no volvió, pero su partida me enseñó que Dios nunca me abandonó. Él estaba ahí , dándome fuerzas para superar el dolor aunque yo no lo viera.
Por eso , no esperemos a estar tristes , en problemas o con miedo para buscar a Dios . Él debe ser el centro de nuestras vidas todos los días.
Amar a Dios sobre todas las cosas significa ponerlo primero, no como última opción. Porque cuando lo amamos siempre , incluso en las tormentas, encontramos paz y esperanza.
Realmente me gustó hablar de este tema , porque me ayuda a reflexionar sobre lo importante que es la fé hacia Jesús.
Espero que les haya gustado.
“Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino”
“Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino”
¿Saben qué? Hoy en día elegir una religión es como ir a un restaurante. Literal, tenemos “espiritualidad a la carta”. ¿Qué quieres ser? ¿Budista? Bienvenido. ¿Un poco de meditación Zen con café orgánico? Perfecto. ¿Te va más el rollo de la astrología? ¡Boom! Ahí tienes tu carta astral en TikTok. Y claro, siempre está la opción clásica: la Iglesia Católica. Aunque, a veces, parece que ha perdido puntos en la encuesta de popularidad.
Antes, si nacías en una familia católica, listo, ya eras parte del equipo, sin preguntas. Pero ahora, con tanta información al alcance de un clic, muchos jóvenes se preguntan: *¿Y si hay algo más que la misa del domingo?* Y es normal, ¿no? Con tanto contenido en las redes sociales, terminas encontrando ideas que te hacen cuestionar todo. Porque, oye, un minuto ves memes sobre los signos zodiacales, y al siguiente, un influencer explicando sobre el Karma y las energías. Todo mientras comes pizza.
El problema es que vivimos en una época donde todo es rápido. Swipe a la derecha, swipe a la izquierda, "me gusta", "me enoja". Pero cuando hablamos de espiritualidad, los valores, esas cosas profundas, no vienen con un botón de *Fast Forward*. Requieren tiempo y, sobre todo, coherencia, y ahí es donde los medios de comunicación nos ponen las cosas difíciles.
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Miren, les cuento algo que le pasó a un amigo. Bueno, amigo... más o menos. Pongamos que se llama... Mateo. Mateo siempre fue de los que iba a la iglesia con su familia los domingos. Todo normal. Pero un día empezó a meterse en Instagram y YouTube con canales sobre el *New Age*. Cosas del tipo "Cómo abrir tu tercer ojo en 5 pasos". Todo chévere hasta que un domingo le dice a su mamá:
– "Oye, ma, ¿y si mejor hoy en vez de ir a misa, hago una meditación para alinear mis chakras?"
Imagínense la cara de su mamá. O sea, no sabía si reírse o rezar un rosario ahí mismo. Mateo pensaba que estaba "expandiendo su mente", pero al final se dio cuenta de que estaba más confundido que antes. Todo porque le había llegado de golpe tanta información por las redes que ya no sabía qué creer ni por qué lo hacía. ¿Se pueden imaginar? Un día budista, al siguiente cristales en su mochila, y al final no sabía ni cómo sentirse espiritual en su propia vida.
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¿Les ha pasado algo así? Uno empieza buscando respuestas y termina más perdido. Y lo más peligroso de los medios de comunicación es que todo lo que consumimos afecta nuestra integridad espiritual y nuestros valores. ¿Por qué? Porque Instagram, TikTok, Netflix, no se preocupan por tu bienestar espiritual. Ellos solo quieren que sigas viendo, dando like y compartiendo. A veces nos convencen de que lo más importante es ser "popular", "perfecto" o “viral”. Pero nadie te dice cómo ser *auténtico*. ¿Y cómo lo logras? Ahí está la cosa: con los valores que tú elijas, no los que te vende la pantalla.
Y ojo, no estoy diciendo que las redes sean malas. ¡Para nada! Si las usas bien, puedes encontrar cosas geniales. Pero también es fácil perderse en ellas, dejar de ser tú mismo. Por eso, a veces hace falta desconectar un rato, preguntarse quién eres realmente sin filtros, sin historias, sin likes. Y ahí es donde cualquier espiritualidad –sea la que sea– tiene que ver con integridad. No importa si eres católico, budista o haces yoga con gatos. Lo importante es que lo que creas te haga ser mejor, más coherente, más *tú*.
Así que, ¿saben qué? La espiritualidad no es un *trending topic*. No es una moda ni un algoritmo. Es una cosa personal, un camino que se recorre sin prisa. Porque en un mundo donde todos quieren que seas algo, lo más revolucionario es ser tú mismo.
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Y ahora, si me disculpan, voy a rezar porque mi mamá no se entere que no fui a la misa hoy... ¡Amén y que Dios los bendiga!
Espiritualidad a la Carta y el Algoritmo Divino: La Fe en la Era de las Elecciones
DESAFIOS DE LA IGLESIA
ALUMNO :FRANK ALMONACID GARCIA DEL 5G
CONSUMISMOS
Educación y Conciencia: Enseñar sobre los riesgos del consumismo y fomentar una visión de la economía y de la sociedad que esté alineada con los valores cristianos de justicia y solidaridad.
. Estilo de vida Sencillo: Inspirar a los creyentes a vivir de forma más simple y sostenible, reduciendo el consumo excesivo y enfocándose en lo esencial
MATERIALISMO
Fomentar la Espiritualidad y la Interioridad: Invitar a los creyentes a fortalecer su vida espiritual, buscando en la oración y los sacramentos una fuente de sentido y plenitud que trasciende los bienes materiales.
CULTURA DEL DESCARTE
1. Defensa de la Dignidad Humana
2. Fomento del Cuidado de la Creación
3. Compromiso con los Marginados
4. Promoción de la Solidaridad y el Amor Fraterno
5. Educación en Valores Sostenibles
Inicio:
Hace algunos años, compré una licuadora que usaba casi a diario. Era simple pero funcional, y con el tiempo desarrollamos una especie de “complicidad culinaria”. Un día, mientras hacía un batido, el motor empezó a hacer ruidos raros y finalmente dejó de funcionar. La licuadora quedó inutilizable, y mi primera reacción fue pensar: “Bueno, es hora de comprar una nueva”.
Nudo:
Antes de desecharla, decidí llevarla a reparar, más por curiosidad que por esperanza. Llegué a un pequeño taller, y el técnico, un hombre mayor, me dijo: “Esto es fácil, es el motor que se atascó con el tiempo. Puedo cambiar la pieza y quedará como nueva”. Me sorprendió lo rápido que identificó el problema. Sin embargo, me comentó algo que me hizo reflexionar: “Hoy la gente prefiere tirar las cosas. Antes intentábamos arreglarlo todo”. En pocos días, mi licuadora volvió a casa funcionando perfectamente.
Final:
A partir de ese momento, cambié mi mentalidad. Dejé de descartar cosas sin intentar repararlas primero. La licuadora, ahora con sus años de vida extendidos, se convirtió en un recordatorio tangible de que no todo lo viejo pierde su valor. Esa experiencia me llevó a valorar más las cosas, a cuidar mejor lo que tengo y, sobre todo, a ser más consciente del impacto de la cultura del descarte.
Sexto Mandamiento en el catecismo católico y opiniones del Padre Jurgen Daum sobre sexualidad - Cristofher Cucchi Tavara 5to G
¿Por qué les cuento esta historia?
Porque quiero que entiendan que la libertad sexual no es sinónimo de felicidad. Al contrario, puede llevarnos a la esclavitud del placer y la destrucción.
El Padre Jurgen Daum, un experto en teología moral, dice que "la sexualidad es un don de Dios, pero debe ser vivida dentro del contexto del amor y el respeto". No es solo un acto físico, sino una expresión de amor y compromiso.
El adulterio, en este sentido, es una violación de ese compromiso. Es una traición a la confianza y el amor que se ha prometido. Y no solo afecta a las personas involucradas, sino también a sus familias y comunidades.
Entonces, ¿por qué el adulterio es malo para la juventud?
Porque les roba la oportunidad de experimentar el amor verdadero y el respeto mutuo. Les hace creer que el placer es lo único que importa, y no la dignidad y el valor de la persona.
En conclusión, la verdadera libertad no es hacer lo que queramos, sino elegir lo que es bueno y justo. La sexualidad es un don precioso, pero debe ser vivida con responsabilidad y respeto. No dejemos que la cultura nos engañe con la idea de que la libertad sexual es sinónimo de felicidad. Busquemos la verdadera felicidad en el amor y el respeto.
Reflexión final:
¿Qué podemos hacer para protegernos del adulterio y vivir una sexualidad saludable?
- Valorar la dignidad y el respeto mutuo.
- Buscar el amor verdadero y no solo el placer.
- Ser responsables y respetuosos con nuestros cuerpos y los de los demás.
- Recordar que la verdadera libertad es elegir lo que es bueno y justo.
Gracias por escucharme. Espero que esta historia y estas reflexiones les hayan hecho pensar en la importancia de vivir una sexualidad saludable y respetuosa.